jueves, 6 de octubre de 2011

La transformacion de los alimentos empezando desde su preparación

  • Preparación:

Muchos de los alimentos de uso común no serían comestibles, ni podrían aprovecharse de ellos las sustancias nutritivas, si no se sometieran a los diferentes procesos de preparación y cocción, de ahí la importancia de la preparación culinaria, que debe ser el mayor apoyo de la nutrición puesto que los alimentos mal presentados y preparados, tienen pocas posibilidades de ser aceptados y consumidos, aunque sean excelentes fuentes de nutrientes.

La preparación de alimentos

La Organización Mundial de la Salud recogiendo su preocupación en relación con la higiene alimentaria y su repercusión para la salud promovió las denominadas:
Reglas de oro para la preparación de alimentos sanos, que siguen en vigor:
  1. Escoger alimentos cuyo tratamiento asegure la inocuidad (procurando limpiar la fruta, o las latas antes de abrirlas, etc.)
  2. Cocer bien los alimentos
  3. Consumir los alimentos inmediatamente después de su cocción
  4. Conservar adecuadamente los alimentos cocidos
  5. Recalentar bien los alimentos cocidos
  6. Evitar cualquier contacto entre los alimentos crudos y cocidos
  7. Lavarse las manos frecuentemente<
  8. Vigilar la limpieza de la cocina, incluyendo en esta limpieza los utensilios o materiales que se utilizan para manejar alimentos
  9. Proteger los alimentos de insectos, roedores así como de otros animales domésticos
  10. Utilizar agua pura y mantener los productos de limpieza que sean tóxicos lejos de los alimentos
Estas reglas sintetizan las bases de la higiene alimentaria ya que los alimentos pueden sufrir contaminaciones por sustancias tóxicas y gérmenes patógenos a lo largo de la cadena alimentaria. Esto puede ocurrir por accidente, o por haberse añadido de forma intencionada, con el objeto de mejorar su aspecto o enmascarar un fraude.

Trasformación de alimentos: La digestión:

La digestión es el proceso de transformación de los alimentos, previamente ingeridos, en sustancias más sencillas para ser absorbidos. La digestión ocurre tanto en los organismos pluricelulares como en las células, como a nivel subcelular. En este proceso participan diferentes tipos de enzimas. El aparato digestivo (aparato y sistema, ya que un sistema es el conjunto de órganos con el mismo tejido, el aparato es todo lo contrario; pueden formar parte de un aparato incluso varios sistemas) es muy importante en la digestión ya que los organismos heterótrofos dependen de fuentes externas de materias primas y energía para crecimiento, mantenimiento y funcionamiento. El alimento se emplea para generar y reparar tejidos y obtención de energía. Los organismos autótrofos (las plantas, organismos fotosintéticos), por el contrario, captan la energía lumínica y la transforman en energía química, utilizable por los animales.
En cada paso de la conversión energética de un nivel a otro hay una pérdida de materia y energía utilizable asociada a la mantención de tejidos y también a la degradación del alimento en partículas más pequeñas, que después se reconstituirán en moléculas tisulares más complejas.
También es el proceso en que los alimentos al pasar por el sistema digestivo son transformados en nutrientes y minerales que necesita nuestro cuerpo.

Este proceso se lleva a cabo en el aparato digestivo, tracto gastrointestinal o canal alimentario. El aparato digestivo, como un todo es un tubo con un solo sentido, con órganos accesorios como el hígado, la vesícula biliar y el páncreas, que asisten en el proceso químico involucrado en la digestión. La digestión, usualmente está dividida en procesos mecánicos, para reducir el tamaño de los alimentos y en una acción química para reducir adicionalmente el tamaño de las partículas y prepararlas para la absorción. En la mayoría de los vertebrados, la digestión es un proceso de varias etapas en el sistema digestivo, siguiendo a la ingestión de la materia prima, casi siempre otros organismos. El proceso de ingestión, usualmente involucra algún tipo de procesamiento mecánico o químico. La digestión está dividida en cuatro procesos separados:


  • Ingestión: colocar la comida en la boca.
  • Digestión mecánica y química: la masticación para rasgar y aplastar los alimentos y la agitación del estómago. La adición de químicos (ácidos, bilis, enzimas y agua) para degradar moléculas complejas hasta estructuras simples.


  • Absorción: movimiento de los nutrientes desde el sistema digestivo hasta los capilares circulatorios y linfáticos a través de la ósmosis, el transporte activo y la difusión.
  • Excreción: remoción de materiales no ingeridos del tracto digestivo a través de la defecación.

Un proceso subyacente es el movimiento muscular a través del sistema, tragado y peristalsis.
La digestión en el ser humano es el proceso mediante el cual los alimentos y bebidas se descomponen en sus partes más pequeñas para que el cuerpo pueda usarlos como fuente de energía, y para formar y mantener los tejidos. Comienza en la boca, cuando masticamos y comemos, y termina en el intestino delgado. Cuando comemos, los alimentos no están en una forma que el cuerpo pueda aprovechar sus componentes para nutrirse. Los alimentos y bebidas que consumimos deben transformarse en moléculas más pequeñas antes de ser absorbidos hacia la sangre y transportados a las células de todo el cuerpo. El proceso químico varía un poco dependiendo de la clase de alimento.

Fases

§      Fase cefálica: esta fase ocurre antes que los alimentos entren al estómago e involucra la preparación del organismo para el consumo y la digestión. La vista y el pensamiento, estimulan la corteza cerebral. Los estímulos al gusto y al olor son enviados al hipotálamo y la médula espinal. Después de esto, son enviados a través del nervio vago.
§      Fase gástrica: esta fase toma de 3 a 4 horas. Es estimulada por la distensión del estómago y el pH ácido. La distensión activa los reflejos largos y mientéricos. Esto activa la liberación de acetilcolina la cual estimula la liberación de más jugos gástricos. Cuando las proteínas entran al estómago, unen iones hidrógeno, lo cual disminuye el pH del estómago hasta un nivel ácido (el valor del PH va de 0 a 14 siendo 0 el nivel más ácido y 14 el más básico). Esto dispara las células G para que liberen gastrina, la cual por su parte estimula las células parietales para que secreten HCl. La producción de HCl también es desencadenada por la acetilcolina y la histamina.
§      Fase intestinal: esta fase tiene dos partes, la excitatoria y la inhibitoria. Los alimentos parcialmente digeridos, llenan el duodeno. Esto desencadena la liberación de gastrina intestinal. El reflejo enterogástrico inhibe el núcleo vago, activando las fibras simpáticas causando que el esfínter pilórico se apriete para prevenir la entrada de más comida e inhibiendo los reflejos.
Procesos:
La digestión comienza en la boca donde los alimentos se mastican y se mezclan con la saliva que contiene enzimas que inician el proceso químico de la digestión, formándose el bolo alimenticio.
§      La comida es comprimida y dirigida desde la boca hacia el esófago mediante la deglución, y del esófago al estómago, donde los alimentos son mezclados con ácido clorhídrico que los descompone, sobre todo, a las proteínas desnaturalizándolas. El bolo alimenticio se transforma en quimo.
§      Debido a los cambios de acidez (pH) en los distintos tramos del tubo digestivo, se activan o inactivan diferentes enzimas que descomponen los alimentos.
§      En el intestino delgado el quimo, gracias a la bilis secretada por el hígado, favorece la emulsión de las grasas y gracias a las lipasas de la secreción pancreática se produce su degradación a ácidos grasos y glicerina. Además el jugo pancreático contiene proteasas y amilasas que actúan sobre proteínas y glúcidos. La mayoría de los nutrientes se absorben en el intestino delgado. Toda esta mezcla constituye ahora el quilo.
§      El final de la digestión es la acumulación del quilo en el intestino grueso donde se absorbe el agua para la posterior defecación de las heces.

Aparato Digestivo

Masticación

La masticación es una parte de la función digestiva presente en una gran variedad de animales, incluido el hombre. Es el proceso mediante el cual se tritura la comida previamente ingerida al comienzo de la digestión.
En los seres humanos, la masticación corre a cargo de los dientes, principalmente de los molares, en colaboración con la lengua. Estas piezas dentales tienen unas "cúspides" en la superficie de contacto con el alimento y, por efecto del movimiento de la mandíbula se desplazan lateralmente para favorecer la masticación. El producto de la masticación es el bolo alimenticio.
En este proceso se produce la amilasa que sirve para facilitar la digestión del almidón.


La producción de los jugos digestivos

Las glándulas del sistema digestivo son de primordial importancia en el proceso de la digestión, porque producen tanto los jugos que descomponen los alimentos como las hormonas que controlan el proceso.
Las primeras glándulas en actuar son las glándulas salivales de la boca. La saliva que producen contiene dos enzimas: la amilasa salivar o ptialina, que comienza a digerir el almidón de los alimentos y lo transforma en moléculas más pequeñas, y la lisozima, que actúa eliminando gran cantidad de bacterias, sobre todo bacterias tipo GRAM+, por lisis.
El siguiente grupo de glándulas digestivas se encuentra en la membrana que tapiza el estómago. Producen el jugo gástrico, que contiene agua, ácido clorhídrico (que cambia el pH del medio y activa las enzimas) y tres enzimas: la pepsina, que en presencia de ácido fragmenta las proteínas; la renina o cuajo, que coagula la caseína de la leche; y la lipasa gástrica, que disgrega las grasas en ácidos grasos y glicerol.
Después de que el estómago vierte los alimentos y su jugo en el intestino delgado, los jugos de otros dos órganos se mezclan con ellos para continuar el proceso. Uno de esos órganos es el páncreas, que segrega jugo pancreático, rico en enzimas que descomponen los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas de los alimentos. Otras enzimas que participan en el proceso provienen de glándulas de la pared intestinal o forman parte de ella.
El hígado produce la bilis, otro jugo digestivo, que se almacena en la vesícula biliar. Cuando comemos, la bilis se vierte por las vías biliares al intestino y se mezcla con las grasas de los alimentos. Los ácidos biliares disuelven las grasas en el contenido acuoso del intestino grueso


Absorción y transporte de los nutrientes

La mucosa intestinal va absorbiendo los productos de la digestión. La absorción intestinal a nivel del intestino delgado se hace a través de vellosidades intestinales delgadas, las cuales absorben el quimo (bolo alimenticio tras pasar por los procesos del estómago). En el intestino delgado se absorben proteínas, lípidos y otros principios esenciales. En el intestino grueso, se terminan de absorber todos los nutrientes que no fueron absorbidos en el intestino delgado, como agua y electrolitos.
Los materiales absorbidos atraviesan la mucosa y pasan a la sangre, que los distribuye a otras partes del cuerpo para almacenarlos o para que pasen por otras modificaciones químicas. Esta parte del proceso varía dependiendo de los diferentes tipos de nutrientes.
  • Glúcidos o hidratos de carbono. Un adulto promedio consume cerca de un cuarto de kilogramo de hidratos de carbono al día. Muy a menudo, los alimentos portadores de glúcidos contienen al mismo tiempo almidón, que es digerible, y fibra, que no lo es.
Los hidratos de carbono digeribles se descomponen en moléculas más sencillas por la acción de las enzimas de la saliva, del jugo pancreático y de la mucosa intestinal. El almidón se digiere en dos etapas: primero, una enzima de la saliva y del jugo pancreático lo descompone en moléculas de maltosa; luego, la maltasa, una enzima de la mucosa del intestino delgado, divide la maltosa en moléculas de glucosa que pueden absorberse en la sangre. La glucosa es transportada por el torrente sanguíneo hasta el hígado, en donde se almacena.
  • El azúcar común, constituido en su mayor parte por sacarosa, es digerido por una enzima de la mucosa del intestino delgado llamada sacarasa, que lo convierte en glucosa y fructosa, cada una de las cuales puede absorberse en el intestino y pasar a la sangre.
La leche contiene lactosa, otro tipo de azúcar que se transforma en moléculas fáciles de absorber (glucosa y galactosa) mediante la acción de una enzima llamada lactasa, que se encuentra en la mucosa intestinal.
  • Proteínas. Las proteínas son moléculas grandes que deben ser descompuestas por enzimas antes de que se puedan utilizar para fabricar y reparar los tejidos del cuerpo. Una enzima del jugo gástrico comienza la digestión de las proteínas que comemos. El proceso termina en el intestino delgado. Allí, varias enzimas del jugo pancreático y de la mucosa intestinal descomponen las enormes moléculas en unas mucho más pequeñas, llamadas aminoácidos. Estos pueden absorberse en el intestino delgado y pasar a la sangre, que los lleva a todas partes del cuerpo para fabricar las paredes celulares y otros componentes de las células.
  • Grasas. Las moléculas de grasas son una importante fuente de energía para el cuerpo. El primer paso en la digestión de una grasa es disolverla en el contenido acuoso del intestino. Los ácidos biliares producidos por el hígado actúan como detergentes naturales que disuelven las grasas en agua y permiten que las enzimas descompongan sus grandes moléculas en moléculas más pequeñas, algunas de las cuales son los ácidos grasos y el colesterol. Los ácidos biliares se unen a los ácidos grasos y al colesterol y les ayudan a pasar al interior de las células de la mucosa. En ellas, las moléculas pequeñas vuelven a formar moléculas grandes, la mayoría de las cuales pasan a los vasos linfáticos cercanos al intestino. Estos vasos llevan las grasas modificadas a las venas del tórax y la sangre las transporta hacia los lugares de depósito en distintas partes del cuerpo.
  • Vitaminas. Otros integrantes fundamentales de nuestra comida que se absorben en el intestino delgado, son las vitaminas. Estas sustancias químicas se agrupan en dos clases, según el líquido en el que se disuelven: hidrosolubles (todas las vitaminas del complejo B y la vitamina C) y liposolubles (las vitaminas A, D y K).
  • Agua y sal. La mayoría del material que se absorbe del intestino grueso es agua, en la que hay sal disuelta. El agua y la sal vienen de los alimentos y líquidos que consumimos y de los jugos que las glándulas digestivas secretan. En el intestino de un adulto sano se absorbe más de 4 l de agua con más de 30 g de sal cada 24 horas.

Motilidad del intestino delgado

El intestino delgado, es donde el proceso de la digestión tiene lugar durante más tiempo, en concordancia con su mayor longitud. Tiene dos funciones mayores : mezcla y propulsión. Las contracciones anulares múltiples ( 1-2 cm ) denominadas de segmentación, aparecen frecuentemente en el intestino delgado y producen movimiento del quimo

La frecuencia de las contracciones segmentarias dependen de la frecuencia del REB. Éstas son menos frecuentes en la porción distal del intestino delgado. El duodeno tiene un REB de 11 ciclos por minuto, mientras las contracciones en íleo son 8 ciclos por minuto. Este decrecimiento en el REB facilita el movimiento del quimo distalmente
Como en otros lugares del intestino, las contracciones musculares del intestino delgado son estimuladas por factores intrínsecos y extrinsecos. Por ejemplo la CCK, la ACETIL COLINA son estimulatorias. Los agonistas alfa adrenérgicos, el óxido nítrico y el glucagon son substancias inhibitorias.
Las contracciones propulsivas del intestino delgado son menos frecuentes que las de segmentación.
Después de la ingestión del alimento y la entrada de quimo gástrico al intestino se presenta un aumento de las contracciones peristálticas. El estímulo para estas contracciones es la distensión del intestino delgado.
Durante el periodo de ayuno o periodos interdigestivos, se presenta un patrón propulsivo muy bien definido. Este patrón se caracteriza por una actividad motora cíclica del estomago al íleon. Cada ciclo esta compuesto de 3 fases que son:
  • FASE I. Fase de reposo.
  • FASE II. Fase irregular de potenciales en espiga y contracciones.
  • FASE III. Fase regular de potencias en espiga y contracciones.
Estas fases conforman el complejo motor migratorio (CMM), se presenta cada 90 minutos y avanza 5cm/minuto. Algunas hormonas han sido implicadas en el control del CMM como es la motilina, somatostatina y los opioides. El papel del CMM parece ser el de la " limpieza del intestino". El sistema nervioso entérico coordina esta actividad.
Finalmente, todos los nutrientes digeridos se absorben a través de las paredes intestinales. Los productos de desecho de este proceso comprenden partes no digeridas de los alimentos, conocidas como fibra, y células viejas que se han desprendido de la mucosa. Estos materiales son impulsados hacia el colon, en el cual permanecen generalmente durante uno o dos días, hasta cuando se expulsa la materia fecal durante la deposición.


Motilidad colónica

El colon de un adulto recibe entre 0,5 y 2,5 L de quimo por día. Este consiste en residuos no digeridos de la comida, además de agua y electrolitos. El colon debe reducir este volumen a unos 100-200 g de materia fecal. Las contracciones del colon hacen que éste se abra y cierre como un acordeón. Las contracciones segmentarias de las capas circulares dividen el colon en segmentos que se denominan haustras y representa la actividad motora más importante. La frecuencia de las segmentaciones depende del REB, siendo éstas más frecuentes en la parte distal.
Tres a cuatro veces al día se presentan movimientos en masa, tienden a presentarse después de las comidas y su misión es la de impulsar el contenido colónico hacia el sigmoides.


Función rectal y defecación

La motilidad del recto y de los esfínteres anales son diferentes a las del resto del colon. El recto tiene dos funciones primarias, sirven como almacenamiento de las heces y la de expulsión de estas. Así, el recto debe tener la capacidad de acomodar cierta cantidad de heces. Cuando esta capacidad de almacenamiento se excede, se produce un estimulo a los receptores de distensión que origina una contracción de la musculatura del recto y relajación de los esfínteres. Entonces el individuo inicia el proceso de defecación, con los siguientes cambios fisiológicos, cierre de la glotis, fijación del diafragma, contracción de la pared abdominal y relajación de los esfínteres.


Otros patrones de motilidad específicos

El primero es el vómito, que está frecuentemente asociado con nauseas y puede ser producido por diferentes estímulos. Cuando el centro del vómito del cerebro es estimulado se presenta una respuesta que consiste en cierre de la glotis después de la inspiración, contracción de los músculos abdominales que aumentan la presión intraabdominal y ondas peristálticas inversas que se inician en la porción superior del intestino delgado.
El segundo es un estado adinámico que se denomina íleon que se puede iniciar por múltiples causas entre ellas un proceso inflamatorio intestinal, traumático o medicamentoso. En este período no hay CMM y en general no hay actividad motora. Esto último recibe la influencia de varios factores, como la naturaleza de los alimentos (especialmente su contenido de grasas y proteínas) y el grado de actividad muscular del estómago y del intestino delgado. A medida que los alimentos se digieren en el intestino delgado y se disuelven en los jugos del páncreas, el hígado y el intestino, el contenido intestinal se va mezclando y avanzando para facilitar la digestión adicional.

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